jueves, 24 de enero de 2008

¿Por qué?


¿...Por qué...?

Es la pregunta que me hago en reiterdas ocasiones cuando lo recuerdo.

Me gustaba mucho. Sentía que era un tipo especial. No muy lindo ni sobresaliente, pero con un rostro de maestro, de sabio, de erudito en temas del alma.


Sentía que poseía eso que llaman "inteligencia emocional", un alma previligiada, un alma culta.

No creo que se haya suicidado.

No sé, es algo que siento.
La vida es un privilegio entregado por Dios, y de allí en adelante cada uno administra sus actos con absoluto libre albedrío, y a el le sobraba cordura.

Nadie soy para criticarle, por el contrario, cada ser humano hace loque se le de la gana consigo mismo, es su derecho y su libertad, pero no creo que el haya decepcionado a Dios.

Michael.

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